El cabello poroso puede ser difícil de identificar y, a menudo, se confunde con el cabello seco. Aunque se parecen, hay una diferencia clave: mientras que un cabello seco mejora notablemente con los productos adecuados y puede recuperarse por completo, el cabello poroso es diferente. Este tipo de cabello tiene dificultades para mantener la hidratación, no importa cuánto lo trates. Su naturaleza lo hace parecer siempre áspero y sin vida.

Si llevas tiempo intentando hidratar tu cabello como si fuera seco y no ves resultados, es probable que estés lidiando con un cabello poroso. Este tipo de melena necesita productos específicos que trabajen
directamente sobre la porosidad para sellar la hidratación y mejorar su textura.